
Una de las mayores preocupaciones cuando llega el invierno es mantener una temperatura adecuada en nuestras viviendas. La falta de un adecuado aislamiento supone importantes pérdidas de calor, por lo que con las bajas temperaturas el gasto energético se multiplica. Entre los factores que influyen en la pérdida de temperatura se encuentran los cerramientos de nuestras viviendas: las paredes, techos, suelos y ventanas.
Unas ventanas adecuadas suponen un importante factor de aislamiento térmico y acústico, se estima que hasta un 25 % de la energía de la vivienda es intercambiada por las ventanas. El porcentaje de gasto eléctrico de una vivienda destinado a la calefacción puede ser del orden del 48 %. Para mejorar este consumo se deben utilizar ventanas de alta eficiencia energética.